viernes, 25 de agosto de 2017

Los cinco beneficios del arte para superar un trauma


 Talleres de Arteterapia y Mindfulness I Asociación Mandarava, Zaragoza

A Juan le acaban de despedir, a María le ha dejado su novio y a Enrique tiene miedo de subirse al coche tras un accidente hace unos meses. Los tres sufren un bloqueo personal que, por un lado, les impide desarrollar su vida como antes y, por otro, les ha hecho perder la confianza en ellos. Sin
embargo, desde hace unos meses están acudiendo a sesiones de arteterapia, una técnica que se basa en la utilización del arte como medio terapéutico para sanar trastornos psicológicos, tratar miedos o hacer frente a traumas del pasado. La terapia, aunque progresiva, ya les está dando resultados positivos.

Así, tal y como lo define la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia, el objetivo es "promover el bienestar bio-psico-social de la persona, dentro de una relación terapéutica informada y asentida a aquellas personas y/o grupos de personas que así lo requieran". En definitiva, despertar en el afectado el interés por conocer su mundo interior, ayudarle a superar la situación que le bloquea e intentar salir reforzado de ella. "Esta es una herramienta que intenta, de alguna manera, contornear el problema para hablar de forma más armoniosa de los conflictos. Es como un método indirecto para que la persona se dé cuenta de lo que ocurre. Y eso, al final, le remite a cosas insospechadas", explica en el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, Ana Hernández, arteterapeuta. "Es un tipo de intervención que se constituye como una herramienta convergente a otras ramas de la medicina".

En España se realizaron algunas experiencias, en los años 60, en el hospital clínico de Barcelona. Sin embargo, la muerte prematura del psiquiatra que empezó a instaurarla propició que no fuese hasta la década de los 90 cuando se produjese su estallido con diferentes másteres. "En diferentes países de Europa", cuenta Hernández, "es una profesión y, en el mundo anglosajón, su origen se remonta a los años 40. Es una pena que se haya tardado tanto cuando sus beneficios son tan amplios".

1. Manifestación de emociones difíciles de verbalizar

 

Cuando la persona ha llegado a ese punto en el que le cuesta expresar lo que siente o piensa, cualquier manifestación del arte puede ayudarle a organizar sus pensamientos, darles forma y provocar su salida. "Se trata de aprovechar todas las alternativas posibles", afirma la arteterapeuta, "porque los materiales y sus usos hablan del interior de las personas". De modo que esta terapia, cada vez más, se emplea tanto en residencias de ancianos, colectivos con problemas de integración o con enfermos psiquiátricos, como tratamientos habituales del estrés, la ansiedad, o trastornos alimenticios. "No hay nadie mejor que el autor para interpretar su creación".

2. Desarrollo de la imaginación y la originalidad

 

El desarrollo de actividades artísticas es un buen camino para que la persona se encuentre a sí misma y pueda revisar su interior: ayuda a soltar el cuerpo apoltronado por el estrés, conocer los miedos para atenuarlos y fomentar la autoestima. "Cuando se crea de forma consciente o inconsciente se expresan todas estas partes del ser y la persona se da la posibilidad de soltar lastre", sostiene Hernández. "Una cosa es lo que me imagino que me gustaría ser y otra lo que me ocurre cuando intento ponerlo en el papel. Cuando lo hacemos intentamos enfrentarnos a la realidad, pero nos damos cuenta de que no podemos".

3. Identificación y explicación de las preocupaciones interiores

 

El hecho de plasmar en el mundo externo aquello que nos preocupa a nivel interno hace que veamos de una forma más práctica y accesible aquellos conceptos que no podemos entender y que sólo observando desde una perspectiva exterior se podrán integrar en nuestro conocimiento. A través de la pintura (para se caracterice), el 'collage' (para que determine el camino de su vida), la danza (para que suelte carga), la música (para que se escuche) o la escritura (para que se describa) la persona es capaz de mostrar todo aquello que guarda en su interior. "Se trata de una creación acompañada, en la que es muy importante la relación entre el terapeuta, la obra realizada y el propio paciente".


 Talleres de Arteterapia y Mindfulness I Asociación Mandarava, Zaragoza

4. Mejora de la autoestima, la confianza y la capacidad de comunicación

 

"Se suele empezar con materiales más familiares y no se ofrece de entrada demasiadas opciones para que la persona no se maree a la hora de elegir", explica. Por eso, utilizan, en un principio, lápices de colores o cera. Pero más adelante, se introduce el 'collage' porque las fotografías facilitan mucho el proceso de reconocimiento personal. También mezclan éstas con retales de tela, lana o arcilla. "El hecho de trabajar por y para ti mismo hace que te escuches y te entiendas, ofreciéndote una valoración positiva y un autoconcepto favorable".

5. Desarrollo de hábitos saludables

 

La posibilidad de hacer frente a los sentimientos de una forma creativa puede favorecer el cambio de conductas y hábitos instaurados que impedían expresar las emociones. "Expresarte a través de otros materiales que no sean la palabra permiten elaborar los conflictos de otro modo", concluye Hernández. "Conforme uno va creando, los materiales cada vez son más ricos. Si todo va bien van generando obras con más contenido simbólico y conexión con lo que a uno le pasa. El aumento de la creatividad está relacionado con la mejora de la salud. De modo que si es más rica, es que está habiendo mejoras en su salud"


Para más información sobre actividades de Arteterapia y Mindfulness en Zaragoza: www.asociacionmandarava.org

Fuente: www.elmundo.es

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